Un atardecer más
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Foto: María Brito |
Es un atardecer más, pero este no le coge por sorpresa. El sol es el protagonista y él,
como los que le rodean, se ha asegurado de llegar a tiempo. Un compatriota
suyo, expresidente de su país, puso este lugar en las guías turísticas al
afirmar que la puesta de sol desde este rincón era la más bella que había visto
hasta entonces. Los granadinos ya habían incluido un parangón similar en su
refranero. Sabe que no existen comparaciones justas y, pese a ello, se adentra
en su memoria para repasar los lugares que ha visitado antes de llegar aquí e
intenta recordar otros crepúsculos que se ha parado a admirar. Ciertamente este
lugar y la luz que lo acompaña son hermosos. Aun así, piensa que la belleza de
un lugar no está solo en la generosidad de la naturaleza que lo rodea, o en la
destreza del hombre para mejorarla, o en la luz que lo ilumina; sabe que en
muchas ocasiones la hallamos en nuestro propio estado de ánimo. Planeó venir a
Granada años atrás. No recuerda por qué no lo hizo, aunque sí tiene presente
quién le iba a acompañar. Ella ya no está y por eso esta luz le hiere.
Consciente de ello, intenta mirar este atardecer desde otros ojos. Busca a su
alrededor - muchos andan distraídos por capturar este momento con sus cámaras - hasta que logra encontrar una mirada que se
deja contagiar de la belleza del lugar, de la luz, de su compañía. Esa hubiese
sido su mirada.
Un beso muy grande y muy fuerte.
ResponderEliminarRecibido y sentido. Gracias, CSD.
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